La ansiedad se expresa antes en el cuerpo que en la mente. Palpitaciones, tensión muscular, presión en el pecho o mareos son señales de activación del sistema nervioso. Aprende a reconocerlas y a recuperar la calma.
No siempre la soledad es estar sin nadie.
A veces estás rodeado de gente, pero te sientes lejos, desconectado, invisible.
Esa es la soledad más profunda: la que no depende del número de personas a tu alrededor, sino del grado de conexión contigo mismo.