Vivimos Cansados
En consulta es habitual escuchar a las personas quejarse de la falta de energía y cuando les pregunto, cuáles son los síntomas de ese sentirse cansados hacen hincapié, en el cansancio y/o agotamiento mental, por ejemplo; dormir se convierte en una pelea, no es fácil apagar el interruptor de la mente y si parece que se apagó y hubo descanso, resulta que no, ¿por qué? Suelen tener despertares nocturnos, sueño inquieto, pesadillas etc… además, al despertar en general, no se sienten más descansados que al irse a dormir.
¿Cómo podemos cuidar de forma más inteligente nuestra energía vital?
Voy a compartir un par de ejemplos respecto a las creencias sobre el concepto «descansar o no cansarse» para tener más energía:
Esta joven tiene 20 años, se llama Laura y vive con sus padres, actualmente estudia y va clase por las tardes. Llega a consulta con la ansiedad por las nubes (no es muy consciente de lo que es la ansiedad).
Me explica: necesito dormir mucho porque tengo problemas de sueño, y yo le pregunto: ¿y tú por qué crees que tienes problemas de sueño? Laura se encoge de hombros al tiempo que dice, no lo sé, supongo que es la ansiedad…
Laura tiene sobrepeso, no puede evitar comer compulsivamente, vive con el miedo metido en el cuerpo, miedo a que le hagan daño (le hicieron bullying en el colegio…), siente que su familia no deja de juzgarla y meterse con ella generando una mayor inestabilidad emocional, vive desconectada de sus emociones para protegerse.
Se desahoga contándome su periplo personal para ganarle la batalla a su cansancio físico y psicológico y los síntomas que dejan evidencia de ello, y apunta: no te creas que no he intentando de todo para poder dormir, porque sí lo he hecho, pero nada, otro fracaso más, no tengo ganas de nada (no sabe que los problemas de sueño sólo son el síntoma).
¿Qué hago por la noches? Como me cuesta dejar de darle vueltas a las cosas en mi cabeza… al irme a dormir, me dedico a chatear con mis amigos por el móvil o me entretengo con las redes sociales (otra forma de machacarse siguiendo historias de gente que cree tiene una vida ideal), al final, me duermo sobre la una o dos de la mañana, si no más… y duermo hasta las once o doce del día siguiente (incluso se le puede hacer la hora de comer en la cama). Cuando me levanto paso de la cama a la silla para comer y de la silla al sofá para seguir descansando, no sé por qué siempre estoy cansada.
Laura cree que cuanto menos se mueve más descansada está (más energía recupera) aunque en la práctica no sucede así, de hecho se va a clase y sigue agotada física y mentalmente…
En el otro extremo del uso de energía tenemos a Roberto.
Este hombre de 40 años tiene una historia de vida convulsa y una personalidad inquieta y curiosa (con tendencia a la ansiedad). Tiene la necesidad de estar la mayor parte del tiempo activo y este exceso de movimiento dice le ayuda (según cree él) a no pensar en todo aquello que le inquieta y le obsesiona…
Huye de su infancia, de una madre ausente, con problemas de drogas, que trajo el caos a su vida desde que él era un bebé…
Hace algunos años descubrió que era bueno en diferentes deportes y que practicarlos le ayudaba a canalizar sus miedos e inseguridades (fue más un sentir que una reflexión). Lo que Roberto no sabía era que, el exceso de ejercicio, también lo alteraba y disparaba su ansiedad; su cuerpo se acostumbró al ejercicio de alta intensidad, este le permitía caer rendido por las noches pero, a la vez, muchas otras no le dejaba conciliar el sueño porque se había pasado de vueltas (revolucionado el motor) quizás te parezca una una contradicción…
Tanto la falta de movimiento como el exceso del mismo puede desembocar en un desequilibrio que conduce al agotamiento físico y al cansancio psicológico, pero lo que en el fondo subyace en esta tendencia del comportamiento es lo que nos interesa, no nos despistemos con la apariencia, la superficie (síntoma) debe conducirnos a profundizar…
Agotamiento físico y mental: síntomas
Al final, el agotamiento físico y mental y sus diferentes síntomas, algunos de los diferentes cansancios, como he tratado de explicar a través de la historias de Laura y Roberto tienen relación con nuestros miedos y se producen por funcionamientos orgánicos irregulares. El miedo, la inseguridad, crean situaciones de una actividad cerebral absurda ( vivimos protegiendo nuestros miedos), así que sin darnos cuenta desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos la mayor parte del tiempo en modo supervivencia, es decir, nos defendemos de casi cualquier cosa inconscientemente. Cuando se produce un tipo de cansancio este nos conduce a otro, ejemplo; el físico te puede conducir al mental, el mental al físico, el físico al emocional…
Tipos de cansancio: físico (desgaste bioquímico), psicológico, psíquico, emocional
Pero, ¿sabes cuál es el cansancio que más repercusión tiene en nosotros? El emocional y precisamente no es del que más se habla. ¿Qué lo provoca? La falta de esperanza, que nuestros objetivos personales se compliquen y no salgan como deseamos, y también la propia situación depresiva social que al final nos contamina.
¿Se puede salir del cansancio crónico?
El cansancio crónico es considerado como una enfermedad grave de larga duración. Los síntomas del síndrome de fatiga crónica:
- Fatiga severa que uno siente no mejora con el descanso
- Problemas para dormir
- Problemas para concentrarse y dificultad para pensar con claridad
- Dolor
- Mareos
Yo personalmente creo en las infinitas capacidades de cambio y evolución como especie, pero también, es cierto, que a veces nuestro organismo queda dañado y no es posible revertir ciertos estados, pienso que la madre de la sabiduría es “prevenir no tener que curar”. Revisemos nuestro estilo de vida y las consecuencias de vivir sobreviviendo. Nos sentimos acorralados por los traumas de nuestra historia de vida, proyectándonos en un futuro incierto que alimenta la incertidumbre o mirando al pasado para revivir el sufrimiento, esta actitud autodestructiva es caldo de cultivo de este síndrome en el que sentimos que el cansancio nos rebasa.
Ayuda psicológica para dejar de sentirse cansado
“La mejor manera de descansar es no cansarse” pero eso no significa estar parado, estas sabias palabras de un viejo maestro creo son inspiradoras. Ponernos al servicio de nuestro propio crecimiento como personas es importante para descubrir que nos limita en nuestra vida y poner nuestra voluntad a trabajar para liberar esas trabas. Caminar solos en este proceso de autoconocimiento suele ser muy difícil (sólo contamos con nuestro propio punto de vista), es por ello que tomar la decisión de realizar un proceso terapéutico que permita tomar consciencia de nosotros mismos puede ser un paso importante que marque la diferencia en nuestra vida.