Las adicciones nacen antes de que exista la sustancia
En consulta vemos algo que se repite:
personas que llegan por ansiedad, dependencia, vacío o consumos ocasionales creen que “su problema empezó hace poco”.
Pero cuando miramos más profundo, descubrimos que:
la adicción no empieza con la sustancia, sino con la herida.
Muchas de las personas que desarrollan adicciones silenciosas tuvieron infancias donde:
- se sintieron solos
- eran demasiado responsables
- cuidaron emocionalmente a sus padres
- vivieron inestabilidad
- aprendieron a no molestar
- crecieron sin un adulto emocionalmente disponible
No recuerdan trauma, pero sí vivieron carencias afectivas que moldearon su sistema nervioso.
Las adicciones —a sustancias o a personas— son intentos de reparar esa historia.
1. Qué relación existe entre trauma y adicción
No hablamos solo de trauma grave.Hablamos también de:
- traumas sutiles
- heridas de apego
- falta de sostén emocional
- invalidación
- abandono silencioso
- crecer sin ser visto
Cuando el niño no encuentra regulación externa, el adulto busca regulación interna…
aunque sea a través de consumos, vínculos tóxicos, hiperexigencia o autoexigencia desmedida.
Por eso decimos que muchas adicciones son adaptaciones que alguna vez salvaron a ese niño.
2. Cómo las heridas de apego se convierten en patrones adictivos
Apego ansioso → adicción a personas e intensidad
Miedo al abandono, necesidad de contacto, idealización.
Apego evitativo → adicción a sustancias o al aislamiento
Necesidad de controlar el vínculo, dificultad para sentir, consumo para no conectar.
Apego desorganizado → ciclos de impulsividad
Búsqueda de alivio inmediato: sexo, alcohol, comida, pantallas.
Apego inseguro → dificultad para regular emociones
Cuando no aprendiste a calmarte con un adulto, buscas calmarte como puedes.
Esto no es culpa. Es biografía emocional.
3. El cuerpo recuerda lo que la mente intenta olvidar
Las personas dicen:
- “No sé por qué reacciono así”.
- “No entiendo por qué me desbordo”.
- “No puedo parar aunque quiero”.
- “Me siento roto sin motivo”.
Pero el cuerpo sí sabe por qué. El cuerpo recuerda:
- miradas frías
- silencios que dolían
- soledades tempranas
- responsabilidades que no tocaban
- emociones no acompañadas
Ese sistema nervioso, sobrecargado desde tan pequeño, hoy busca alivio donde puede.
4. Adicciones que nacen del trauma (aunque no lo parezca)
1. Alcohol para desconectar
No calma: adormece heridas antiguas.
2. Cannabis para dormir
No relaja: anestesia un sistema nervioso hiperactivado.
3. Sexo o pornografía compulsiva
No es placer: es desconexión emocional.
4. Cocaína recreativa
No es fiesta: es evasión de un vacío profundo.
5. Trabajo compulsivo
No es ambición: es miedo a sentir.
6. Adicción a la intensidad (emocional o relacional)
No es amor: es hambre emocional.
Todas estas conductas comparten la misma raíz: regular una herida que nunca se sostuvo.
5. Señales de que tus consumos están conectados con tu historia
- Buscas alivio, no disfrute.
- Sientes vacío cuando paras.
- Tienes miedo al silencio o a estar solo/a.
- Te cuesta pedir ayuda.
- Tiendes a relaciones intensas o dañinas.
- Te sientes responsable de todo.
- Te cuesta poner límites.
- Funcionas bien… pero te sientes roto por dentro.
Estas señales son más traumáticas que adictivas. Y más humanas que culpables.
6. Cómo empezar a sanar lo que hay debajo sin castigarte
1. No te preguntes “por qué consumo”, sino “qué calma mi consumo”
Esa es la puerta.
2. Revisa quién te enseñó a regularte
La mayoría aprendió a sobrevivir, no a sentirse.
3. Trabaja con tu historia sin buscar culpables
No se trata de señalar padres, sino de liberar cargas.
4. Repara tu sistema nervioso antes que tu conducta
Sin calma interna, no hay cambio real.
5. Pide acompañamiento
El trauma no se atraviesa solo. Se sana en relación segura.
Para sostenerte hoy…
Lo que te pasa no habla de tu debilidad. Habla de tu historia. Habla de un niño que hizo lo que pudo con lo que tenía.Y que hoy, por fin, puede aprender otra forma de vivir sin dolor.
Psicología de a Pie
En Psicología de a Pie acompañamos procesos donde las adicciones, la ansiedad, la dependencia o el vacío tienen raíces más antiguas.
Trabajamos desde la seguridad, la cercanía y la comprensión profunda para que puedas mirar tu historia sin miedo y construir un camino diferente.
Si sientes que hay algo dentro que te exige demasiado, puedes escribirnos o reservar una sesión. Estamos contigo.