Introducción: ¿es posible que nada nos afecte?
¿Es posible que nada nos afecte?
A menudo escuchamos frases como “No dejes que nada te afecte”. Parece una meta deseable, pero también imposible. Somos seres emocionales, y todo lo que vivimos deja huellas en nosotros. La clave no es evitar sentir, sino aprender a gestionar lo que sentimos para que no nos controle ni nos consuma.
En este artículo veremos:
- Qué ocurre en el cerebro y el cuerpo cuando una emoción nos impacta.
- Estrategias prácticas para entrenar la ecuanimidad.
- Ejercicios diarios para fortalecer la resiliencia emocional.
Qué pasa en nuestro cerebro cuando algo nos afecta
Cuando algo nos hiere emocionalmente, el cerebro activa la amígdala, un área relacionada con el miedo, el estrés y la reacción rápida. Si no entrenamos la gestión emocional, esta respuesta automática nos arrastra a:
- Reaccionar con ira.
- Quedarnos bloqueados.
- Engancharnos a pensamientos negativos.
La buena noticia: nuestro cerebro es plástico. Con práctica, podemos entrenar nuevas respuestas.
Estrategias para que no todo te afecte
- Nombrar la emoción → al ponerle nombre, la activación cerebral baja. Ejemplo: “Esto me hizo sentir frustración”.
- Respirar conscientemente → 3 inhalaciones profundas regulan el sistema nervioso.
- Poner distancia → pregúntate: “¿Esto será importante dentro de un mes?”.
- Redefinir la situación → cambiar la historia interna: no es lo mismo pensar “me criticó porque me odia” que “quizá proyecta su propio malestar”.
- Elegir tus batallas → no todas las actitudes ajenas merecen tu energía.
Ejercicio práctico: El “diario de las tres pausas”
- Mañana: escribe una emoción que sientas al despertar.
- Tarde: apunta una situación que te haya afectado y cómo reaccionaste.
- Noche: reflexiona sobre qué podrías hacer diferente mañana.
Diferencia entre gestión y represión emocional
Gestionar una emoción no es lo mismo que reprimirla:
- Reprimir: guardarla, fingir que no existe → aumenta el estrés.
- Gestionar: observarla, expresarla de manera sana, aprender de ella.
Preguntas frecuentes
1. ¿De verdad puedo lograr que nada me afecte?
No, y no es necesario. Se trata de aprender a que las cosas no te dominen.
2. ¿Qué hago si me afecta demasiado lo que piensan de mí?
Trabaja en fortalecer tu autoestima y límites. Un terapeuta puede ayudarte a diferenciar tu valor personal de la opinión externa.
3. ¿Y si me siento culpable por sentir demasiado?
Sentir no es un error. El error es juzgarte por sentir.
Conclusión
La libertad emocional no consiste en dejar de sentir, sino en sentir sin quedar atrapado. Aprender a sostener tus emociones con conciencia es uno de los caminos más poderosos hacia la paz interior.
👉 En Psicología de a Pie te acompañamos con herramientas prácticas y cercanas para fortalecer tu mundo interno.